Tendencias de contratación en el sector creativo en el 2025

En los últimos meses, hemos observado un fenómeno creciente en el sector creativo colombiano que genera preocupación y reflexión. Muchas empresas están publicando ofertas de empleo que reflejan una lista interminable de requisitos para los aspirantes. Estas vacantes combinan habilidades de múltiples disciplinas, exigiendo una polivalencia que, en muchos casos, resulta desproporcionada en comparación con las condiciones laborales ofrecidas. Hoy en día, las ofertas de empleo en nuestra industria solicitan competencias que abarcan desde la comunicación y el mercadeo, hasta la publicidad, la fotografía, la edición de video y la generación de contenidos. Además, no es raro encontrar vacantes que incluyen conocimientos en inteligencia de negocios y análisis de datos como requisitos esenciales. Por si fuera poco, estas posiciones suelen requerir dominio de un segundo o tercer idioma y grados académicos avanzados, como especializaciones o maestrías. Sin embargo, este alto nivel de exigencia contrasta significativamente con las condiciones salariales ofrecidas.

Muchas de estas ofertas no reflejan una remuneración acorde con el conjunto de habilidades y experiencia que demandan, lo que lleva a cuestionar si realmente se está valorando el talento y la dedicación de los profesionales del sector. Esta dinámica genera varios desafíos. Por un lado, los profesionales creativos enfrentan una presión creciente para adquirir competencias en múltiples áreas, lo que implica inversiones significativas en tiempo y recursos para mantenerse competitivos. Por otro lado, esta sobreexigencia puede llevar a la desmotivación, al burnout y, en algunos casos, a la migración hacia otros sectores más estables o mejor remunerados.

Además, esta situación está desalentando a las nuevas generaciones de estudiantes a optar por carreras creativas en las universidades. La percepción generalizada de que estas carreras no justifican la inversión en educación superior está provocando un cambio hacia cursos cortos y capacitaciones rápidas, que muchas veces no ofrecen la profundidad académica ni el rigor necesario para formar profesionales de alta calidad. Este fenómeno no solo reduce el atractivo de carreras como publicidad, diseño gráfico, fotografía o comunicación, sino que también fomenta la proliferación de profesionales con formación superficial, afectando la competitividad y el nivel general del sector.

Para la industria, esta situación podría traducirse en una fuga de talento y en la falta de sostenibilidad de los equipos creativos. Además, se corre el riesgo de que las empresas pierdan la oportunidad de aprovechar al máximo el potencial de los profesionales que, aunque no cumplan con todos los requisitos impuestos, podrían aportar ideas y perspectivas valiosas.

En este contexto, emergen dos tendencias claras en el panorama laboral de la industria publicitaria y creativa para este año:

  1. El auge de los contratos de prestación de servicios: Muchas empresas están optando por esquemas de contratación flexible en lugar de empleos fijos. Esto puede resultar atractivo para las organizaciones debido a la reducción de costos laborales, pero también plantea incertidumbres para los profesionales, que enfrentan menor estabilidad y beneficios limitados.
  2. Incremento del trabajo informal: A medida que las condiciones formales de contratación se vuelven menos comunes, cada vez más creativos recurren a proyectos independientes y colaboraciones informales para sostenerse. Si bien esto permite mayor autonomía, también conlleva riesgos, como la falta de protección social y financiera.


¿Qué camino seguir?

Es fundamental que las empresas del sector creativo reconsideren sus prácticas de contratación. Valorar las habilidades y competencias de manera justa, equilibrar las expectativas con las condiciones salariales y ofrecer oportunidades de desarrollo profesional dentro de las organizaciones son pasos clave para construir una industria más sostenible y atractiva para el talento.

Desde ADGORA, hacemos un llamado a todos los actores del sector para que trabajemos juntos en la creación de un entorno laboral más justo, que fomente el crecimiento profesional y reconozca el verdadero valor del talento creativo. Nuestra industria tiene el potencial de seguir siendo un motor de innovación y desarrollo, pero para lograrlo, necesitamos priorizar el bienestar y la valoración de nuestros profesionales.